¡Buenas tardes!
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Estos
preciosismos zapatos de tacón son mi tesoro. Los
compré en Blanco hace aproximadamente un año.
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No
suelo usar mucho los zapatos de tacón, soy más de sandalias y cuñas
en verano, y zapatillas tipo Converse en invierno. Éstos son para
ocasiones especiales.
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| Con este tipo de material hay que tener mucho cuidado y limpiarlos bien antes de guardarlos. |
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Y
ocasión especial fue cuando los usé y así de sucios quedaron. ¡Una
pena!
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Si se usan diariamente y no quieres que
pierdan la suavidad aterciopelada que lo caracteriza, deberás
cepillarlo a diario y usar productos especiales para este tipo de
material (ante, antelina...).
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Cómo
ya he comentado, los uso poquísimo, y como no tenía los productos
específicos para este material, busqué por Internet una forma fácil
y casera de limpiarlos para poder guardarlos hasta una próxima vez
que los necesitase.
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Después
de visitar varias webs, blogs y vlogs, todas coincidían en lo mismo:
No mojarlo en exceso.
Los
materiales que usé fueron:
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Lo
primero que hice fue cepillarlo para quitarle el exceso de suciedad.
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Después
introduje la esponja en el cuenco con agua y gel, la escurrí muy
bien y la fui pasando poco a poco con pequeños toquecitos por toda la superficie del zapato,
insistiendo más en las partes donde se veía más sucio.
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Con
mucho cuidado de no empapar el zapato de agua. Intentaremos
frotar lo menos posible porque eso daña al material.
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Si
por error lo mojas demasiado, puedes quitarle el exceso de agua con
un paño limpio y muy absorbente. Con el paño envolvemos el zapato y
dejamos que absorba el agua.
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Los
dejaremos secar, y como no lo hemos mojado mucho, se secarán muy
rápido.
Y
así quedarán como nuevos!
*Un pequeño truco es que si no está excesvamente sucio, puedes eliminar las manchas con una goma de borrar frotandola por la superficie. Tampoco se aconseja mucho este truco para hacerlo a menudo porque al frotar la goma sobre el material ésta puede dañarlo. Mas bien es un truco para alguna urgencia.*
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